Han pasado más de seis meses desde que comencé el camino de mi recuperación tras la rotura del ligamento cruzado anterior de mi rodilla izquierda. El trabajo está dando sus frutos y por ello, me gustaría compartir cómo avanzo con el objetivo de volver cuanto antes al terreno de juego, sentirme futbolista y aportar toda mi energía al equipo.
Estoy muy contenta de contaros que ya estoy entrenando en el campo, aunque de manera individual, con muy pocas limitaciones en las acciones específicas de delantera. Uno de los logros más importantes hasta ahora ha sido trabajar los cambios de dirección de 90 grados, un ejercicio clave para recuperar la confianza en mi rodilla y volver a sentirme rápida y ágil.
Además de continuar con los ejercicios físicos en el gimnasio, he empezado a trabajar acciones de campo: finalización, remates y movimientos en espacios reducidos. Todo esto me ayudará a recuperar el instinto de gol y la precisión necesaria que necesito como futbolista. ¡No os imagináis cuántas ganas tengo de volver a celebrar goles junto al equipo!
También estoy centrada en mejorar mi fondo físico. Cada sesión de entrenamiento está diseñada para que, cuando llegue el momento de reincorporarme con el equipo, esté preparada al 100 %. Todos los esfuerzos que estoy realizando sé que marcarán la diferencia cuando vuelva a competir y quiero asegurarme de estar en la mejor forma física posible.
Aunque el proceso puede parecer más duro de lo que parece, cada avance me llena de motivación y confianza. Mi objetivo siempre ha sido claro: volver a sentirme una futbolista más fuerte, mental y físicamente, para aportar lo mejor de mí al club. ¡Estoy convencida de que con dedicación y trabajo todo es posible!
Nos vemos pronto en el campo. ¡Un abrazo de gol!